¡Desde el punto de vista de
estudiante! mi respuesta inmediata sería: …con enfoques prácticos, nada
abstracto, todo practico y dándole valor. No hay una receta o un proceso
establecido por parte de los docentes o las instituciones para motivar a los
estudiantes aprender cual o determinado curso. Considero que esta motivación
nace desde que se es infante y las costumbres y valores que nos enseñan en los
hogares genera intereses por alcanzar metas profesionales, laborales y hasta
económicas. En algunas personas, no se
presenta el intereses desde sus hogares, pero si, por algún docente en la
escuela o colegio, quien con su ejemplo, origina el entusiasmo por buscar la
forma de alcanzar los objetivos.
Más aún, cuando las personas
comprenden que el proceso de aprendizaje no termina nunca, que esa necesidad de
involucrarse en el aprendizaje continuo se presenta en el campo laboral, donde
los requerimientos son más competitivos y exigentes, y no se hacen por alcanzar
un promedio o un puntaje para pasar un curso, sino para preservar nuestra
estabilidad ocupacional.
Una persona responsable de su
propio aprendizaje es colaborativa, disciplinada, activa, buscara siempre otros
medios y otras razones para seguir en el proceso de enseñanza. Comprenderá que
un curso, un trabajo complicado, o un docente difícil, son mínimos dificultades
que se deben enfrentar para alcanzar los objetivos.
El compromiso de mantener el interés
en el proceso de aprendizaje es una responsabilidad compartida entre la
institución, que debe ofrecer una conveniente oferta académica cada periodo, una
buena cantidad de actividades extracurriculares que permitan complementar los
cursos regulares y el desarrollo social y profesional. Un adecuado planeamiento curricular, sin crear
falsas expectativas que comprometan la motivación y provoquen deserción
estudiantil. El docente por su parte debe considerar desde aspectos cognitivos
hasta emocionales en la aplicación de las estrategias, desarrollar actividades
que impacten en los estudiantes con contenidos significativos que permitan relacionar
la realidad y reconozcan su utilidad. Proponer ambientes interactivos y
dinámicos, espacios que propicien al aprendizaje, como por ejemplo juegos, aprovechamiento
de la tecnología, prácticas y giras entre otros. Ser un facilitador, un orientador, establecer
y alcanzar los objetivos de aprendizaje--tienen que ser medibles y alcanzables--.
Debe motivar al razonamiento, al análisis, a la relación de conceptos que estimulen
la investigación y a la búsqueda de otros conocimientos. Brindarle la adecuada retroalimentación
al estudiante que le permita distinguir las fortalezas, amenazas y debilidades que
faciliten transformar y modificar a través de su crecimiento. Y, por último el
estudiante, quien estará sujeto no solo a los elementos antes expuestos, sino
también al ambiente social, cultural y económico.
La motivación dependerá de la
interacción de muchos factores, lo importante es que se promueva ya que
comprende el mecanismo de un buen desempeño y práctica profesional.
Hola Fanny.
ResponderEliminarMencionas el compromiso de mantener el interés en el proceso de aprendizaje es una responsabilidad compartida entre la institución y el docente. En mi opinión considero que si la institución educativa tiene que ver algo pero creo que es más del docente, a este se le da la desición de elegir sus estrategias y metodologías. Si el tiene esta libertad debe plantear una metodología que insite al estudiante a ser parte de su proceso de aprendizaje mostrando interés y motivación.
Saludos.
Marlene
De acuerdo Marlene. En las instituciones encontramos docentes que brindan el mismo curso y lo abordan desde perspectivas muy diferentes. Mucho tiene que ver el docente como dices, pero la institución tiene su gran cuota a través de servicios de apoyo, infraestructura adecuada, calidad en el profesorado y demás y sobre todo el entorno social, cultural y económico en que se desarrollen las personas.
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