Con solo pronunciar o escribir la palabra aprender,
el pensamiento posiblemente nos dirige algunos ¿a la escuela quizás?, ¡la
secundaria o la universidad a otros!, seguramente lo que ocurrirá es que la
mente nos traslade a la época más significativa en la que la persona sintió no
solo que estaba aprendiendo si no también que estaba siendo educada; porque
ambos verbos representan acción, logros alcanzados y consecuentemente y sin
duda alguna una gran complacencia personal.
El momento y el lugar en que iniciamos el
aprendizaje es casi imperceptible porque desde que nos encontramos en el seno
materno el ser humano está consiente aprendiendo adecuarse a diversas
situaciones. Igualmente cuando nacemos y conforme avancemos en la vida se debe
experimentar, conocer, sentir, asimilar y saber cómo aplicar este conocimiento
a las actividades rutinarias y educativas. En este proceso los padres,
abuelos o encargados y hasta los mismos compañeros se convierten en educadores
ya que asumen la función de transmitir el conocimiento.
Este intercambio e interacción aunque sea informal
es trascendental y nos permite ir desplegando habilidades y destrezas que son
fundamentales en nuestro desarrollo que serán complementadas con técnicas y
estrategias de enseñanza y aprendizaje.
Fundamentando el aporte anterior con Garza &
Leventhal (2000), quienes definen aprendizaje como el proceso mediante el
cual una persona adquiere destrezas o habilidades prácticas (motoras e
intelectuales), incorpora contenidos informativos o adopta nuevas estrategias
de conocimiento y acción. (P.14). Educar por su parte, no será simplemente
transmitir conocimientos, si no que comprenderá un campo mucho más amplio, como
desarrollar competencias, crear, construir; es también como lo define Marques
(2006) ayudar a despertar las vocaciones que existen. Además agrega, proporcionar
las condiciones para que cada uno logre el máximo de sus posibilidades y
no se le prive de realizar todo el potencial del que sea capaz; y, permitir que
cada uno conozca sus finalidades y sea capaz de encontrar y movilizar los
medios para concretar esas finalidades. (p.16).
Entendemos entonces, que aprender y educar no se
limita a un espacio de tiempo y lugar; si no a un proceso a través de la vida,
en el que se ve influenciados por factores físicos y humanos; entre ellos la
educación formal, que se otorga un título que certifica los conocimientos
adquiridos, asimismo, la experiencia que se va adquiriendo en el campo
profesional. En ambos casos consideremos también la información, la
cual es un medio fundamental dentro del proceso, la misma debe ser procesada
adecuadamente y en ocasiones contar con orientación dirigida.
Aprender y educarse nos lleva a una formación
continua, a buscar conocimientos y a integrarlos con las destrezas y
habilidades que vamos generando y su aplicación a la práctica, ya sea en la
figura de estudiante, docente, encargado de familia, o en la vida, el campo
profesional y laboral. En cualquiera de ellas el actor principal siempre
será el individuo mismo, en su esfuerzo y motivación por avanzar y ubicarse en
el ambiente en que se desarrolle.
Bibliografía
Marques,
R. (2006). Saber educar. Un arte y una vocación. Madrid ; España : Narcea, S.A.
Hola Fanny, muy interesantes tus comentarios donde mencionas que los padres y abuelos nos convertimos en educadores ya que se asume la función de transmitir el conocimiento. Sin embargo, más adelante mencionas que “educar por su parte, no será simplemente transmitir conocimientos, si no que comprenderá un campo mucho más amplio, como desarrollar competencias, crear, construir”. Esta última parte me parece que contradice a la primera. ¿Podrías aclararme un poco lo que quieres decir? Educar, ¿es transmitir conocimientos? ¿Padres, abuelos, compañeros, tíos, tías, somos todos educadores?
ResponderEliminarEn cuanto a formato en tu blog, debes escribir un título al escrito.
Saludos,
Prof. Mayela
Continuaré introduciendo el título-Gracias por la recomendación.
EliminarMe refiero a que “Educar” no es solo transmitir conocimientos. Educar es un conjunto de factores internos y externos que permiten desarrollar al ser humano a través de la vida de forma personal y profesional. La familia es el primer entorno informal que nos permite aprender a hablar, escuchar, valorar, aprender buenas y malas costumbres, desarrollar habilidades y destrezas para enfrentar la vida y otra gran cantidad de factores que componen el proceso de enseñanza y aprendizaje. En el entorno familiar se produce este intercambio de conocimientos entre los miembros que la componen. Este aprendizaje es la base para iniciar con la educación formal.
Buenas noches
ResponderEliminarDe acuerdo al contenido concuerdo en la parte de que el aprendizaje no se desarrolla solamente en la escuela o en un tiempo específico. Todos los días aprendemos y desaprendemos. También, hay que tomar en cuenta al momento de impartir nuestras clases que ellas deben ser significativas para nuestros aprendiente.
Me llama muchísimo la atención cuando se refiere al proceso de educar y aprender como un proceso de intercambio e interacción, compartimos conocimientos, más que transmitirlos, experiencias, aprendemos y desaprendemos, toda nuestra vida. En cada uno de nosotros está que aprehendemos o no, que es significativo en nuestras vidas o no.
Ese final es muy cierto y apoya lo anterior, en cualquiera de las circunstancias el actor principal será siempre el individuo mismo quien decide avanzar, aprender, cambiar, transformarse, pero sin dejar de lado que es parte de una sociedad, de un contexto que lo hace particular. Y el cierre de Mafalta, perfecto, a veces se gana, a veces se pierde, pero siempre se aprende. Eso también es tener apertura al cambio.
Saludos
Emilce
Muchas gracias Emilce. Muy importante lo que anotas al final "la apertura al cambio". Muchas veces nos enfrascamos en una situación, un proceso o circunstancia por el simple hecho de encontrarnos en nuestra zona de confort, lo que impide que avancemos y conozcamos otros caminos que nos permitan aprender y desarrollarnos de mejor manera.
EliminarHola Fanny, coincido con tu aporte en que el proceso de enseñanza y aprendizaje no sólo se da en el contexto de escuela, secundaria o universitaria, el contexto social y familiar tiene un importante impacto en este proceso y pienso particularmente en las etapas de desarrollo humano y como los diferentes contextos también influyen significativa: en la adolescencia el grupo de pares y la socialización determinan la identidad y el futuro profesional por ejemplo. Un aspecto importante de este tipo de aprendizaje es que es aprendizaje incidental, es decir, se produce sin necesidad de una acción educativa intencional mediante procesos como la observación, la imitación, la escucha, entre otros (Coll, 2010).
ResponderEliminarReferencia:
Coll, C. (2010). Desarrollo, aprendizaje y enseñanza en la educación secundaria. España: GRAO.
Muchas gracias Isabel. Gracias por el término "aprendizaje incidental". Precisamente lo que buscaba explicar cuando me refería a que "Educar" no es solo transmitir conocimientos.
EliminarHola Fanny.
ResponderEliminarMe gustaría agregar un comentario a tu ensayo. Comparto la opinión de que no solo en el aula se aprende, sino de todas las experiencias que se vayan viviendo a través del tiempo. Cierto que no sólo el docente en la escuela es el encargado de "educarnos", también los padres, abuelos y gente cercana juegan un papel importante cuando se trata de nuestro aprendizaje. Pero ¿qué hay de nosotros como nuestros propios educadores? A veces sin darnos cuenta nuestras acciones, voluntarias e involuntarias nos permiten lograr un aprendizaje o esclarecimiento de ideas que podemos integrarlas a nuestros conocimientos previos para lograr un aprendizaje aún más significativo.
Gracias por compartir tu ensayo con nosotros.
Saludos compañera.
En efecto compañera. ¡Falto el protagonista! nosotros mismos somos los principales actores del proceso de enseñanza y aprendizaje en cualquier lugar y metodología que se utilice.
EliminarHola Fanny
ResponderEliminarEl constructo aprender tiene muchas perspectivas y siempre ha estado en la discusión del cómo aprendemos los seres humanos, sin lugar a dudas usted apunta dos situaciones interesantes, las cuales son que el aprendizaje es continuo y de forma sostenida y, por otra parte, el aprender no es solo adquirir conocimientos o una acumulación del mismo, al contrario, el aprender radica en la importancia del cómo los seres humanos nos socializamos unos con otros para adquirir un conocimiento de cada uno, de ahí la importancia de los formadores que seamos parte de todo este engranaje que es la educación.
Aspectos claves en el desarrollo de habilidades y destrezas, así como el buen manejo de una educación para toda la vida, con claves para el desarrollo de profesionales holísticos y con una clara visión de ser cada vez mejores y emprendedores.
Saludos,
Marco
Si Marco, bien lo apunta Usted "aprender no es solo adquirir conocimiento" se debe desarrollar una inteligencia emocional para aplicar toda esa información en nuestras vidas tanto profesionales como personales.
EliminarEstimada Fanny,
ResponderEliminarSu ensayo es un buen punto de partida para cometar lo que todos entendemos por aprender y educar. Si bien es cierto que parte del proceso de aprendizaje tiene que ver con la adquisición de información ofrecida por otros también quisiera aportarle el valor de la experiencia en ese proceso, ¡si no que lo diga un párbulo que meta las dos puntas de un clip en un tomacorriente! Su experiencia le permitirá recabar una muy vibrante experiencia que, estoy seguro, le imprimirá una superautopista neuronal para el resto de su vida.
Y ¿cómo enseña alguien a tener equilibrio para andar en bicicleta? Tenía unos 23 años de no subirme a una y en noviembre pasado me vi en la casi obligación de subirme a una para no quedar en el ridículo público con un grupo de amigos que se juntaron para andar en bicicleta, yo llegué ignorante del carácter de “bici-reunión”. Me subí a una bicicleta que me me prestaron en dicha reunión y ¡SORPRESA arranqué pedaleando sin caerme después de 23 años!!! Bien dice el dicho que lo que bien se aprende no se olvida, yo diría que uno posee lo que experimenta . Eso precisamente y otros tesoros como los recuerdos, emocione, logros y relaciones son las cosas que uno se lleva con uno de este mundo.
Mi mamá dice, “somos lo que creemos”, creo que tiene razón y le agrego “somos producto de nuestra reorganización, reconstrucción y reinterpretación de nuestro entorno”, por dicha tenemos muchos facilitadores a lo largo de nuestra vida que nos aportan mucha riqueza educativa.
Saludos,
Carlos
¡Qué razón tienen sus palabras! y por supuesto las de su Mamá. Fui secretaria por 22 años y la formación académica la recibí en la American Business Academy, lo que aprendí en esa Institución y en las empresas que trabaje no tienen un precio y me valieron...bueno mejor dicho me siguen sirviendo en mi desarrollo como bibliotecóloga, al punto que por intervenir aspectos técnicos no encontraría la diferencia.
EliminarHola Fanny
ResponderEliminarPienso que la educación de los niños inicia en el hogar y cuando se educa a un niño con mucho afecto y cariño, es sencillo ser perseverante y paciente. A veces pensamos que educar es una tarea complicada; sin embargo, si actuamos con sencillez y claridad estamos educando niños respetuosos y con grandes aspiraciones hacia el futuro.
Si Marlene. La educación inicia desde que estamos pequeños y también esa motivación por aprender nace en nuestros hogares. Esos valores, costumbres que nos enseñan serán el soporte para lograr aplicarlos y desarrollarlos cuando nos enfrentamos a la educación formal.
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